Regresa la cita más importante del fútbol europeo a nivel de clubes, vuelve la gesta homérica de la final de la Champions League. Manchester City e Inter de Milán se verán las caras el próximo 10 de junio para decidir quién se corona este año como campeón de un torneo que ya acumula treinta y una ediciones desde que se diera luz verde a su nuevo formato en 1992. La sucesión de partidos por el trono en todo ese tiempo ha dejado numerosas finales para el recuerdo. A continuación, algunas de ellas que bien merece la pena recuperar.
Año 2005: Liverpool 3 (3) – Milan 3 (2)
Pasó a ser conocido como el milagro de Estambul, ciudad en la que se jugó el 25 de mayo de aquel año. El partido estuvo marcado por la desigualdad desde el comienzo, y es que el Liverpool tenía delante al mejor equipo de la temporada, el Milan de Ancelotti, que venía de conquistar el scudetto con una plantilla repleta de estrellas: Kaká, Maldini, Cafú o Shevchenko. El cuadro rossoneri aplastó a los ingleses en el primer periodo con un gol tempranero de Maldini y otro par de dianas de Hernán Crespo a partir del minuto 39.
Con todo en contra y con pocas expectativas de cambio, los reds volvieron del túnel de vestuarios completamente transformados, con una descarada sed de venganza. Gerrard inició la remontada en el 54 y Šmicer y Xavi Alonso se ocuparon de poner las tablas sobre el electrónico en apenas cinco minutos. Todavía con media hora por delante, el conjunto italiano pisó el acelerador y metió a los de Rafa Benítez en su campo, perfectamente ordenados en defensa y con un Dudek milagroso que apareció en tres ocasiones decisivas para salvar a los suyos. El empate a tres condujo al tiempo complementario, donde no hubo un claro dominador, así que el encuentro se resolvió en la lotería de siempre; los lanzamientos errados de Serginho, Pirlo y Shevchenko regalaron la orejona al Liverpool.
Año 2009: Barcelona 2 – Manchester United 0
Estadio Olímpico de Roma, 27 de mayo. Estas fueron las coordenadas de una final que sirvió para marcar el inicio de una época, la del fútbol de Guardiola, la del fútbol de posesión, de superioridad posicional y de los talentos individuales como el de Leo Messi. El técnico catalán se estrenó en la máxima competición europea por todo lo alto, ganando en la final por 2-0 al mismísimo Manchester United, que se presentaba como vigente campeón del torneo y con Cristiano Ronaldo como estrella del equipo.
Si bien es cierto que los primeros compases fueron de dominio inglés, Samuel Eto’o se manifestó a los diez minutos para hacer el primero. Una rápida transición en la medular blaugrana puso a correr al camerunés y este recortó dentro del área para luego enviar la bola al fondo de las mallas. Fue este el punto de inflexión que rompió el ritmo de los Red Devils y que sirvió para que el Barça empezara a desplegar su característico juego con Xavi, Iniesta y Busquets como directores de orquesta. El Manchester dejó de existir. La reanudación arrancó bajo la misma sintonía de dominio catalán, pese a los intentos de Ferguson por lanzarse al ataque. Messi intervino en el setenta para ajustar un tiro potente al palo, batir a Van der Sar y meter en la vitrina la tercera Champions del Barcelona.
Año 2012: Bayern Múnich 1 (3) – Chelsea 1 (4)
En esta ocasión, la sorpresa llegó de la mano de Di Matteo. El técnico italiano, recién aterrizado en Stamford Bridge para sacar al equipo del estancamiento, trajo consigo un aire de renovación que devolvió el espíritu competitivo a jugadores como Cech, Terry, Lampard y Drogba. Aunque las cuotas analizadas por profesionales del sector de las mejores casas de apuestas dejaban la escuadra del entrenador italiano como candidata a la derrota, el Chelsea conquistó ese año la primera Champions de su historia a base de un dibujo defensivo que fue determinante en las contras. Los análisis de las principales casas de apuestas -aquellas con mejores ratios de fiabilidad y cuotas por encima de la media- siempre estuvieron de cara para los alemanes.
El partido de la final contra el Bayern Múnich careció de juego vistoso y de circulaciones en el centro del campo; se impuso el fútbol directo entre las zagas y el plano ofensivo, una mecánica que benefició a los Blues, expertos en la materia. No obstante, el primer gol del encuentro fue obra del bando local en el 83. Schweinsteiger fabricó un centro al área desde el costado izquierdo y Thomas Müller se ocupó de poner el 1-0 en el marcador con un impecable remate de cabeza. La réplica llegó cinco minutos más tarde gracias a un testarazo de Drogba a la salida de un córner botado por Juan Mata. Ya en la prórroga, la suerte se puso a favor del Chelsea: Cech le detuvo una pena máxima a Robben, y Olic y Van Buyten desaprovecharon dos ocasiones clarísimas. Los bávaros fallaron otro par de veces en la tanda de penaltis y los ingleses se proclamaron campeones de Europa.
Año 2016: Real Madrid 1 (5) – Atlético de Madrid 1 (3)
Todo el mundo sabe que el fútbol siempre concede oportunidades de revancha. El Atlético de Madrid tuvo la suya en la final que disputó en Milán en 2016 contra el cuadro merengue, aunque no fue capaz de aprovecharla. Los de Simeone llegaban con la ilusión de levantar la orejona por primera vez en su historia, después de que el Real Madrid ya se la arrebatara un par de años antes.
En San Siro, Sergio Ramos puso el 1-0 en el luminoso al cabo del primer cuarto de hora, en una clara posición de fuera de juego que el árbitro no vio; aunque Griezmann tuvo el empate en sus botas a través de un penalti que acabó fallando, fue Carrasco el que puso la igualada en el minuto 79. A partir de ahí, el duelo se convirtió en un correcalles, prórroga incluida. Todo se decidió desde los once metros, donde Juanfran falló su lanzamiento y permitió a los de Zidane levantar la undécima.